Autoportrait avec Yvonne et Christine Lerolle
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Edgar Degas
Autoportrait avec Yvonne et Christine Lerolle
1895
épreuve argentique à partir d'un négatif sur verre au gélatino-bromure d'argent
H. 35,5 ; L. 29,0 cm.
Achat, 1998
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais
/ Alexis Brandt
Leyenda de la foto
Edgar Degas,
Autoportrait avec Yvonne et Christine Lerolle,
1895,
épreuve argentique à partir d'un négatif sur verre au gélatino-bromure d'argent,
H. 35,5 ; L. 29,0 cm.,
Achat, 1998,
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais
/ Alexis Brandt
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Edgar Degas
(1834 -
1917)
Artwork not currently exhibited in the museum
La fotografía fue tomada en casa del pintor Henri Lerolle, un gran amigo de Degas. En ella vemos al propio Degas, en compañía de las dos hijas de Lerolle, Christine y Yvonne, convertidas posteriormente en la Sra. Louis Rouart y la Sra. Eugène Rouart.
Pese a que esta imagen no esté mencionada en las fuentes de la época, su atribución a Degas no deja ninguna duda. El pedigrí de la obra, en primer lugar, es muy seguro: este revelado perteneció a los descendientes de Lerolle hasta su adquisición por el museo de Orsay en 1998. Pero sobre todo, el aspecto del revelado, la composición y el tipo de iluminación, corresponden perfectamente a las fotografías documentadas de Degas.
En efecto, sabemos que a Degas le gustaba poner en escena sus fotografías, tiranizando a sus modelos para que adoptaran poses complicadas, sin ninguna intención de afectar al instantáneo. Aquí, la composición general es a su vez armoniosa y extraña. En la izquierda, Yvonne se apoya en un zócalo que soporta una versión en bronce del Ugolino de Rodin.
Como siempre en las fotografías más logradas de Degas, la escena está inundada en un claroscuro. La silueta del artista se desprende, como una sombra en el primer plano, en el que solo el rostro de perfil está iluminado. Los vestidos de las jóvenes parecen brillar en la penumbra. Como así lo deseaba el maestro, las fuentes de luz quedan invisibles: seguramente la combinación de varias lámparas.
Por fin, la imagen debe datar de finales del año 1895, que es cuando Degas realiza casi todas sus tomas de vistas, lo que se corresponde con la edad de los modelos.
Pese a que esta imagen no esté mencionada en las fuentes de la época, su atribución a Degas no deja ninguna duda. El pedigrí de la obra, en primer lugar, es muy seguro: este revelado perteneció a los descendientes de Lerolle hasta su adquisición por el museo de Orsay en 1998. Pero sobre todo, el aspecto del revelado, la composición y el tipo de iluminación, corresponden perfectamente a las fotografías documentadas de Degas.
En efecto, sabemos que a Degas le gustaba poner en escena sus fotografías, tiranizando a sus modelos para que adoptaran poses complicadas, sin ninguna intención de afectar al instantáneo. Aquí, la composición general es a su vez armoniosa y extraña. En la izquierda, Yvonne se apoya en un zócalo que soporta una versión en bronce del Ugolino de Rodin.
Como siempre en las fotografías más logradas de Degas, la escena está inundada en un claroscuro. La silueta del artista se desprende, como una sombra en el primer plano, en el que solo el rostro de perfil está iluminado. Los vestidos de las jóvenes parecen brillar en la penumbra. Como así lo deseaba el maestro, las fuentes de luz quedan invisibles: seguramente la combinación de varias lámparas.
Por fin, la imagen debe datar de finales del año 1895, que es cuando Degas realiza casi todas sus tomas de vistas, lo que se corresponde con la edad de los modelos.
