Jardinière
Emile Reiber
(1826 -
1893)
A Christofle & Cie, la más importante manufactura francesa de orfebrería civil de la segunda mitad del siglo XIX, no le bastó ser galardonada en el concurso puntual de artistas de renombre, y contrató los servicios del arquitecto y teórico Emile Reiber. Nombrado jefe del taller de dibujo y de composición en 1865, permite a la firma desarrollar en los años 1870, además de su producción corriente de vajilla de mesa, una fabricación de inspiración esencialmente japonesa, totalmente original. Christofle se convierte entonces en orfebre del bronce policromo.
Tras haber dudado "durante un tiempo, empleando a veces la palmeta india, a veces el clavel de los persas, o el loto egipcio y la peonía de los chinos" (Burty, Los Esmaltes cloisonnés antiguos y modernos, 1868), Reiber se muestra como uno de los más fervientes adeptos del Japonismo. En los modelos coloreados que compone para Christofle, se apropia de decoraciones y técnicas de Extremo Oriente, renovando el arte de la mesa y del mobiliario.
El descubrimiento de los bronces japoneses (o chinos) es el origen de estos ensayos que tienden en particular a igualar las aleaciones e incrustaciones practicadas en Japón, haciendo recordar el progreso industrial. Las investigaciones en policromía dan por resultado una colección completa de piezas decorativas, particularmente destacadas en las Exposiciones Universales, en Viena en 1873 y en París en 1878. Esta jardinera con flores de membrillero – de una serie de misma decoración que incluye también candelabros, lámparas de petróleo, compoteras y fruteros – demuestra el éxito de estos "bronces incrustados con relieves policromos", editados en diversas coloraciones, con fondo negro o rojo.
Tras haber dudado "durante un tiempo, empleando a veces la palmeta india, a veces el clavel de los persas, o el loto egipcio y la peonía de los chinos" (Burty, Los Esmaltes cloisonnés antiguos y modernos, 1868), Reiber se muestra como uno de los más fervientes adeptos del Japonismo. En los modelos coloreados que compone para Christofle, se apropia de decoraciones y técnicas de Extremo Oriente, renovando el arte de la mesa y del mobiliario.
El descubrimiento de los bronces japoneses (o chinos) es el origen de estos ensayos que tienden en particular a igualar las aleaciones e incrustaciones practicadas en Japón, haciendo recordar el progreso industrial. Las investigaciones en policromía dan por resultado una colección completa de piezas decorativas, particularmente destacadas en las Exposiciones Universales, en Viena en 1873 y en París en 1878. Esta jardinera con flores de membrillero – de una serie de misma decoración que incluye también candelabros, lámparas de petróleo, compoteras y fruteros – demuestra el éxito de estos "bronces incrustados con relieves policromos", editados en diversas coloraciones, con fondo negro o rojo.
Artwork not currently exhibited in the museum