La Roue de la Fortune

Edward Burne-Jones
La Roue de la Fortune
entre 1875 et 1883
huile sur toile
H. 200 ; L. 100 cm; pds. 80 kg. avec cadre H. 259 ; L. 151,5 cm
Achat, 1980
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Gérard Blot
Edward Burne-Jones (1833 - 1898)
Niveau médian, Salle 59
"Mi rueda de la Fortuna es una imagen verdadera; viene a buscarnos, cuando le toca a cada uno, y luego nos aplasta", escribe Burne-Jones en un patético y desabusado comentario. La obra constituye un ejemplo perfecto de su afición por los mitos clásicos, como por las leyendas medievales, donde se mezclan una confusa sensualidad y el sentimiento de inquietud que logran que su simbolismo sea uno de los más agrios. Esta Fortuna es una de sus más fuertes composiciones. La rueda ocupa todo el plano del cuadro, de arriba a bajo, en un movimiento inexorable de subida y bajada, mientras que la gigantesca e implacable diosa se opone a las figuras de los mortales impotentes: un esclavo, un rey y un poeta.
El plano del lienzo está completamente ocupado por los cuerpos y la rueda, la paleta de colores va de los grises acero a los morenos, intensificando la atmósfera sofocante y la impresión de fatalidad sin esperanzas. El personaje femenino está representado envuelto en una toga antigua, cuyo plegado boticeliano está admirablemente dibujado; los desnudos se inspiran de las figuras realizadas por Miguel Ángel para la Capilla Sixtina.
El cuadro fue mostrado en Londres en 1883 y de inmediato reconocido como una obra capital del movimiento Prerrafaelita.
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