Projet de tour en fonte pour le puits artésien de Passy
Artwork caption copied
Adolphe Alphand
Projet de tour en fonte pour le puits artésien de Passy
1857
aquarelle et rehauts de gouache blanche
H. 98,8 ; L. 67,8 cm.
Achat, 1988
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais
/ Patrice Schmidt
Artwork caption copied
Adolphe Alphand
Projet de tour en fonte pour le puits artésien de Passy
1857
aquarelle et rehauts de gouache blanche
H. 98,8 ; L. 67,8 cm.
Achat, 1988
© RMN-Grand Palais (musée d'Orsay)
/ DR
Adolphe Alphand
(1817 -
1891)
Artwork not currently exhibited in the museum
Los lagos del Bosque de Boulogne están alimentados por pozos artesianos situados en los distritos lindantes. El de la plaza Lamartine, llamado de Passy, fue cavado a partir de 1855 y se proyectó la construcción de una columna ascendiente para recuperar las aguas manantiales. Dos ingenieros del ayuntamiento de París, Alphonse Alphand y Jean Darcel, diseñaron para ello una torre de fundición, a partir del modelo de aquella entonces ubicada en la plaza de Breteuil. Emile Reiber, arquitecto-diseñador, ejecutó el proyecto en 1857.
Esta columna, cuya construcción acabó siendo inútil, tenía que parar los golpes de los conductos y distribuir el agua bajo presión regular. Entonces estaba constituida por un tubo central y tuberías de bajada a las que convenía acceder fácilmente, tanto para el mantenimiento, como para evitar los accidentes. Se prevé pues, una elegante escalera circular, de fundición y hierro, coronada por una linterna con una cúpula levemente en bulbo. Esta terminación estaba destinada a cubrir y proteger la construcción. El dibujo deja adivinar que la linterna debía estar cerrada por tabiques acristalados, mientras que la techumbre un poco saliente evoca los techos japoneses, arte que aficionaba Reiber. La base de la columna, de tres niveles, deja escapar agua de un macizo rocoso, encima de fundaciones tratadas con relieves y rocalla, a la manera de las ninfas clásicas. El agua también surge por aperturas circulares que recuerdan aquellas de las Salinas de Ledoux en Arc y Senans (Doubs). El conjunto de la torre se apunta en un paisaje pintoresco, adivinamos una ruina en lo lejano, con frondosa vegetación, hacia la que se invita a dirigirse el paseante, utilizando una de ambas barandillas de las escaleras que enmarcan la base del monumento. La magnífica ejecución del dibujo hace olvidar que en su origen era un proyecto técnico.
Esta columna, cuya construcción acabó siendo inútil, tenía que parar los golpes de los conductos y distribuir el agua bajo presión regular. Entonces estaba constituida por un tubo central y tuberías de bajada a las que convenía acceder fácilmente, tanto para el mantenimiento, como para evitar los accidentes. Se prevé pues, una elegante escalera circular, de fundición y hierro, coronada por una linterna con una cúpula levemente en bulbo. Esta terminación estaba destinada a cubrir y proteger la construcción. El dibujo deja adivinar que la linterna debía estar cerrada por tabiques acristalados, mientras que la techumbre un poco saliente evoca los techos japoneses, arte que aficionaba Reiber. La base de la columna, de tres niveles, deja escapar agua de un macizo rocoso, encima de fundaciones tratadas con relieves y rocalla, a la manera de las ninfas clásicas. El agua también surge por aperturas circulares que recuerdan aquellas de las Salinas de Ledoux en Arc y Senans (Doubs). El conjunto de la torre se apunta en un paisaje pintoresco, adivinamos una ruina en lo lejano, con frondosa vegetación, hacia la que se invita a dirigirse el paseante, utilizando una de ambas barandillas de las escaleras que enmarcan la base del monumento. La magnífica ejecución del dibujo hace olvidar que en su origen era un proyecto técnico.