Soldats français en marche
Soldados franceses marchando es una obra única en la producción del artista: tanto por el tema como por su composición, se diferencia de las pinturas estilo «maíz», pintadas en su finca húngara de Kaposvár.
En 1914, Rippl-Rónai, que vive en su país natal desde hace varios años, visita Francia. La noticia de la entrada en la guerra conmociona a su familia, que se encontraba en Issy-L’Évêque.
Rippl-Rónai experimenta en carne propia el destino de gran parte de los extranjeros que vivían en Francia en el momento de la mobilización: sospechado de ser un espía de la doble monarquía, es enviado junto a los suyos a un campo de la región de Mâcon. Allí, el artista realiza una serie de retratos y de escenas que representan la agitación belicosa del momento.
Soldados franceses marchando es la obra más lograda de este período. Rippl-Rónai captura la imagen de la multitud agitada, la atmósfera vibrante de impaciencia de la movilización.
La composición en friso en primer plano, acompañada por las verticales de las figuras de gran dimensión (soldados y transeúntes) permiten al pintor sugerir la profundidad de la plaza. Por otro lado, la parte superior se encuentra saturada por filas de soldados más pequeños, prácticamente reducidos a un motivo decorativo gracias a la repetición del motivo y las líneas del contorno.