Arnold Böcklin (1827-1901)

Importante artista de fines del siglo XIX, Arnold Böcklin es desconocido en Francia y esta exposición es la primera retrospectiva que por fin se le dedica.
L'Île des morts (La isla de los muertos), impresionante icono que lo ha hecho célebre, reinterpretado innumerables veces, es sin duda su obra maestra. Este cuadro esencial, del que hizo cinco variantes entre 1880 y 1886, permite acceder a su universo visionario y melancólico.
Redescubierto en los años 1920 por los pintores surrealistas –Giorgio De Chirico y Max Ernst, en particular– les sirvió de inspiración por su visión fantástica e iconoclasta de la mitología. Sus cuadros están poblados de náyades, ninfas o centauros así como de las visiones surgidas de los relatos medievales. La exposición se inscribe en la serie de monografías que el Museo de Orsay organiza desde hace varios años para dar a conocer a artistas extranjeros, tales como Whistler, Menzel o Burne-Jones. En lo que respecta a Böcklin, este resurgimiento del interés es particularmente oportuna, al cumplirse el centenario de su muerte, para revalorizar su obra y restituirle su lugar en la historia del arte moderno.