El tiempo de las sinagogas en Francia, 1791-1914

El judaísmo francés vivió un período de esplendor durante el siglo XIX, que vio erigir simbólicamente sinagogas monumentales, auténticos templos que atestiguan una nueva edad de la espiritualidad y de la cultura judías. Hace poco más de doscientos años, el 27 de septiembre de 1791, los revolucionarios proclamaron la emancipación de los judíos de Francia. Empezó entonces un período de confrontación entre la tradición y las exigencias de la modernidad: la sinagoga ya no está prohibida, sino que se transforma en el Templo reconstruido de una comunidad que se integra.
De ahí, la necesidad de reinventar la sinagoga. Convertida en una institución y un monumento oficial, no por ello deja de ser el refugio de la cultura judía, para la cual cualquier otro tipo de expresión es casi imposible. Las búsquedas de los arquitectos fluctúan entre la expresión de un deseo de integración y la preocupación por afirmar una identidad. El modelo que traducía las copias de otras culturas y la persistencia de una conciencia judía, persistirá hasta 1914, fecha en que se inauguró la célebre sinagoga de Hector Guimard; después será dejado de lado por el retorno a la tradición y a una estética más funcional.
Estos monumentos, fragmentos esenciales de la memoria judía nacional, nunca antes se habían estudiado en su conjunto. Por ello, esta exposición temática presentó un centenar de edificios y de proyectos, desde las sinagogas monumentales hasta las modestas construcciones rurales, de estilo variado.
Mediante esta presentación, la retrospectiva permitió al público entender qué es una sinagoga –su función espiritual y simbólica–, al mismo tiempo que le hacía penetrar en el centro de este espacio, a veces misterioso.