El último retrato

El propósito de la exposición es evocar una práctica antigua: el retrato del difunto en su lecho de muerte o en el féretro, antes del entierro. Este "retrato póstumo" –máscara mortuoria, pintura, dibujo o fotografía–se conservaba en el círculo estrecho de la familia y los amigos, pero tratándose de personalidades, podía tener una amplia difusión pública. Esta práctica, muy extendida en los países occidentales en el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, está en vías de desaparición actualmente o al menos está estrictamente limitada a la esfera privada.
La exposición reúne obras difíciles de interpretar pues hacen referencia a ritos y códigos que hoy nos resultan extraños. Sin embargo, al asociar a personas célebres y anónimas y poner de manifiesto la función primordial de estas imágenes para el trabajo del luto y la construcción del recuerdo, podemos hacer una lectura multidisciplinaria, alimentada principalmente por las aportaciones recientes de la historia de las mentalidades. Más allá de los tabúes existentes, estas imágenes pueden comunicar algo a nuestra sensibilidad contemporánea. Se presentarán obras de Monet, Seurat, Nadar y Man Ray, y se podrán reconocer a personajes célebres como Napoleón, Géricault, Gambetta, Hugo, Proust... hasta Jean Cocteau y Edith Piaf.