Los pabellones internacionales en las exposiciones universales
Un museo de las identidades al aire libre
La moda de los pabellones nacionales culmina con ocasión de la Exposición Universal de París en 1900 (50,8 millones de visitantes). En una Europa en la que los nacionalismos se alzan y amenazan la integridad de los imperios, estas construcciones se extienden cual museo al aire libre a lo largo de la “Calle de las Naciones”.
El Museo de Orsay conserva notables testimonios de aquel espectáculo de las identidades nacionales. Se trata de dibujos creados principalmente por arquitectos franceses egresados de la Escuela de Bellas Artes de París, institución que en aquella época gozaba de gran prestigio internacional. Estos arquitectos se alzan como los portavoces de los estilos nacionales, que en ocasiones contribuyen a inventar.
En 1900, el reino de Rumanía, independiente desde 1881, encargó a Jean-Camille Formigé la creación de varios pabellones para la nueva nación. Los cuentos populares sirvieron de inspiración artística para la decoración de las paredes. El pabellón de Bosnia-Herzegovina fue diseñado por Alfons Mucha, que representó leyendas bosnias.
Expuesto en la planta baja, al fondo de la nave.
The exhibition is now over.
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