Manet / Degas

Jeune femme à l’Ibis, 185758
The Metropolitan Museum of Art, New York, EtatsUnis
© The Metropolitan Museum of Art
Reunir a artistas tan cruciales como Manet y Degas no puede limitarse a identificar los parecidos entre sus respectivos corpus. Es cierto que entre estos actores esenciales de la nueva pintura de los años 1860-1880 no faltan analogías en cuanto a los temas que impusieron (desde las carreras de caballos hasta las escenas de café, desde la prostitución hasta la bañera), los géneros que reinventaron, el realismo que abrieron a otras potencialidades formales y narrativas, el mercado y los coleccionistas que supieron conquistar, los lugares (cafés, salas de espectáculos) y los círculos familiares (Berthe Morisot) o de amistades, en los que se encontraban.
Antes y después del nacimiento del impresionismo, abordado por la exposición bajo una nueva perspectiva, sus diferencias y oposiciones son aún más evidentes. De formación y temperamento contrastados, no compartían los mismos gustos literarios y musicales. Entre 1873 y 1874, sus opciones divergentes en términos de exposición y carrera empañaron su incipiente amistad, una amistad reforzada por su experiencia común de la guerra de 1870 y las consecuencias de la Comuna. Un ejemplo de sus diferencias es la búsqueda de reconocimiento del primero, que contrasta con la obstinada negativa del segundo a utilizar los canales oficiales de legitimación. Y si consideramos el ámbito privado, una vez pasados los años de juventud, la divergencia es total. La sociabilidad de Manet, muy abierta y rápidamente brillante, así como sus elecciones domésticas, contrastan con la existencia secreta de Degas y su reducido entorno.
En Degas Danza Dibujo, donde se habla mucho de Manet, Paul Valéry habla de esas «coexistencias maravillosas», que delimitan estas personalidades disonantes. Porque reúne a Manet y Degas, destacando sus contrastes, y muestra cuánto se definen a sí mismos distinguiéndose, esta exposición, sublimada por obras maestras nunca antes reunidas y una asociación sin precedentes, nos obliga a observar bajo una nueva perspectiva la complicidad efímera y la prolongada rivalidad entre ambos gigantes. La visita destaca aún más la conflictividad, heterogeneidad e imprevisibilidad de la modernidad pictórica, en su punto de eclosión, auge y éxito. Destaca la importancia de la colección de Degas, en la cual, tras la muerte de Manet, éste ocupa un lugar cada vez más importante. La muerte los había reconciliado.
Esta exposición está organizada por los museos de Orsay y de la Orangerie, junto con el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde se presentará desde septiembre de 2023 hasta enero de 2024.
Obras de la exposición

Jeune femme à l’Ibis, 185758
The Metropolitan Museum of Art, New York, EtatsUnis
© The Metropolitan Museum of Art

Le balcon, entre 1868 et 1869
Musée d'Orsay
Legs Gustave Caillebotte, 1894
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
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Portrait de famille, entre 1858 et 1869
Musée d'Orsay
Achat, 1918
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski
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La Lecture, entre 1848 et 1883
Musée d'Orsay
Legs Princesse Edmond de Polignac
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
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La serveuse de bocks, entre 1878 et 1879
Musée d'Orsay
Entré au Musée du Louvre en application du traité de paix avec le Japon, 1959
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
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Femmes à la terrasse d'un café le soir, en 1877
Musée d'Orsay
Legs Gustave Caillebotte, 1894
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski
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