Mary Cassatt

Un universo intimista y burgués de fines del siglo XIX restituido gracias a un grafismo nervioso y elegante, con tanta pasión como maestría: así es la obra de Mary Cassatt. Esta artista, nacida en 1844 en los Estados Unidos, descubrió muy joven la cultura francesa y a los veintidós años supo vencer las reticencias de su familia para venir a estudiar la pintura de los grandes maestros que admiraba en los museos europeos. Degas fue uno de los primeros en interesarse en ella, y en 1879 participó en el Salón de los Independientes.
Al igual que Berthe Morisot, se inspiraba en escenas de la vida femenina, pero el tema que más se asocia a su obra es el de la madre y el niño, que plasmó en múltiples variaciones con suma delicadeza en la forma y los medios. Su trabajo confirma la exigencia de los impresionistas, para quienes la libertad y la originalidad de la mirada constituían los principales aspectos del movimiento.