Exposition au musée

Max Ernst "Une semaine de bonté". Los collages originales

Del 30 Junio al 13 Septiembre 2009
Alphonse d'Ennery-Illustration de Martyre (Original pour La cour du dragon 7)
Alphonse d'Ennery
Illustration de Martyre (Original pour La cour du dragon 7), 1885
Archives Werner Spies
© DR

Un Génesis en cinco cuadernos
Los 184 collages de Une semaine de bonté [Una semana de bondad] fueron creados durante el verano de 1933, durante una estancia de Max Ernst en Vigoleno, en el Norte de Italia. El artista se inspira de los grabados sobre madera procedentes de las novelas populares ilustradas, de los diarios de ciencias naturales o también de los catálogos de venta del siglo XIX. Recortando minuciosamente los motivos que le interesan, los monta, llevando su técnica del collage a un nivel de perfección incomparable. Para aquellos que no disponen de las ilustraciones de origen, resulta difícil poder establecer en que partes ha intervenido Max Ernst.
Al final, cada collage forma un engranaje, haciendo surgir seres extraordinarios que evolucionan en decorados fascinantes, a mundos visionarios que desafían el entendimiento y el sentido de la realidad.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. La cour du dragon 7
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. La cour du dragon 7, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Tras La Femme 100 têtes [La mujer 100 cabezas o La mujer sin cabeza, ya que fonéticamente en francés 100 = sans = sin] (1929) y Rêve d'une petite fille qui voulut entrer au Carmel [Sueño de una niña que quiso entrar en el Carmelo] (1930), Una semana de bondad es la tercera novela-collage de Max Ernst. Éste originalmente había previsto publicarla en siete cuadernos, con el fin de asociar cada cuaderno a un día de la semana. La elección del título procede además de los siete días del Génesis. Pero también se trata de una alusión a la asociación de apoyo "La semaine de la bonté" (la semana de la bondad), fundada en 1927 para promocionar la acción social. París se había cubierto de carteles de la organización, solicitando la contribución de cada uno. Tanto el título como los elementos constitutivos de los collages, Max Ernst los "toma prestados" de todo ello.

Cahiers de Une semaine de bonté. Paris, Editions Jeanne Bucher
Cahiers de Une semaine de bonté. Paris, Editions Jeanne Bucher, 1934
© Photo Jürgen Pech

Las cuatro primeras entregas no tuvieron sin embargo el éxito esperado. Los tres "días" que quedaban fueron pues reunidos en un quinto y último cuaderno. Los libros fueron publicados entre abril y diciembre de 1934, cada uno encuadernado en un color diferente: lila, verde, rojo, azul y amarillo. En la versión final, se han descartado dos obras. De modo que la edición solo tiene 182 collages.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. Le rire du coq 5
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. Le rire du coq 5, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Reacción a los desastres del siglo
En Una semana de bondad, os cuadros y los acontecimientos que se desarrollan a lo largo de las páginas, forman un contraste estridente con el título. Poder, violencia, tortura, asesinato y catástrofes, son sus temas dominantes. Las escenas llenas de agitación y de brutalidad que aparecen en muchos folios han de relacionarse con la situación política alarmante de la época y el incremento de los peligros. Ernst reacciona entonces a la implantación de dictaduras en Europa, a la toma del poder por los nacional socialistas.
A sus preocupaciones contemporáneas se mezclan alegorías, alusiones a la mitología, al Génesis, los cuentos de hadas y las leyendas, pero también fragmentos de sueños y mundos poéticos. La obra también está atravesada por temas muy queridos del autor: la sexualidad, el anticlericalismo, el rechazo de la familia y de la burguesía, el rehúso del patriotismo...

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. Premier poème visible 4
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. Premier poème visible 4, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Parece que al final es una determinada forma de sociedad que quiere denunciar Max Ernst. Sus collages irreverentes reflejan el estado de espíritu de estos hombres que habían regreso traumatizados de la Primera Guerra Mundial (él mismo ha servido en la artillería alemana) y que tenían que recuperar su lugar en una sociedad que hace todo su posible por olvidar los horrores del conflicto. Se ampara de las representaciones convencionales, estereotipadas del mal, de la abyección y del sufrimiento que se encuentra en los periódicos, las revistas, las novelas. Pero transformándolos, asociándolos entre ellos, desvía radicalmente estas imágenes de su mensaje original, intensificando su impacto.
Cabe esperar el final de esta compleja serie para asistir a un regreso en dirección de los motivos oníricos y poéticos, lo que se puede comprender como un himno a la libertad, el sueño, la fantasía y la voluptuosidad de la mirada.
Pero al final, en esta novela visual, sin palabras, el espectador sigue dependiente de su única interpretación. Es él que debe reconstruir un acontecimiento, identificar una historia o intentar dar sentido, hasta quedarse sin aliento.

Sylvain Goudemare et Antoine-France Claude-Illustration de Les mémoires de Monsieur Claude (Original pour le Lion de Belfort 28)
Sylvain Goudemare et Antoine-France Claude
Illustration de Les mémoires de Monsieur Claude (Original pour le Lion de Belfort 28), 1881
Archives Werner Spies
© DR

Estructura y división de Una semana de bondad
Los únicos textos presentes en Una semana de bondad son aquellos de los títulos que introducen cada parte. A los días de la semana, Ernst asocia en el encabezado lo que llama un "elemento" – especie de símbolo común a las imágenes que vendrán a continuación -, y un "ejemplo" - figura o tema que se va a repetir en las próximas páginas -. En el único cuaderno únicamente, acompaña los días con citas elegidas de Marcel Schwob, Jean Hans Arp, André Breton, Paul Eluard y demás.
La reutilización de motivos y de accesorios parecidos página tras página en el interior de un mismo capítulo, asegura la cohesión de la obra. Esto posibilitaba una separación visible en párrafos sin texto. Las máscaras (cabeza de león, cabeza de pájaro...), los elementos (agua, dragón, gallo...) identifican los días de la semana. El hecho que a cada cuaderno esté asociado un color proporciona una distinción adicional. Los siete elementos simbólicos introducidos en el encabezado -"El barro", "El agua", "El fuego", "La sangre", "El negro", "La vista" y "Lo desconocido"– constituyen por fin otra manera de estructurar el libro.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. Le lion de Belfort 28
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. Le lion de Belfort 28, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Primer cuaderno
Domingo
Elemento: El barro
Ejemplo: El león de Belfort

Ernst se aleja de la cronología del Génesis, haciendo empezar su semana por el domingo que hunde en una orgía de violencia, de blasfemo y de muerte. Así mismo, el elemento asociado "El barro" – el barro primitivo, der, Urschlam – está en contraste absoluto con el día de reposo del Creador.
Este capítulo recorre los ámbitos más variados para estudiar la relación entre los sexos. Dominan la persecución, el robo, la seducción, la tortura, el castigo y la muerte. La figura recurrente es el hombre con cabeza de león, símbolo de potencia. Ornado de medallas, de decoraciones o incluso del Sagrado Corazón, este ser híbrido encarna a su vez la autoridad social, pública y religiosa.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. L'eau 26
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. L'eau 26, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Segundo cuaderno
Lunes
Elemento: El agua
Ejemplo: El agua

La violencia humana del primer episodio da paso a la fuerza de la naturaleza. Siendo el agua el hilo conductor. Destruye los puentes, inunda las calles de París, se infiltra en los dormitorios, los apartamentos, y arrastra con ella muchos seres humanos. Aquí, la Mujer es reina.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. La cour du dragon 4
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. La cour du dragon 4, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Tercer cuaderno
Martes
Elemento: El fuego
Ejemplo: La corte del dragón

La historia comienza en "La corte del dragón" en París, y continúa en la gran burguesía. Los dragones y las serpientes se codean con los seres humanos, éstos dotados de alas de dragón o de murciélagos, véase también alas de ángel.
El fuego de las pasiones, elemento opuesto a la fuerza natural del agua, conduce a tragedias simbolizadas por los atributos o los animales inmersos en este infierno burgués. Los motivos surreales que aparecen en los muros y en los paneles de la puerta expresan los sueños, los miedos y los deseos ocultos de la burguesía.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. Oedipe 21
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. Oedipe 21, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Cuarto cuaderno
Miércoles
Elemento: La sangre
Ejemplo: Edipo
El personaje mítico de Edipo está representado aquí con una cabeza de pájaro. Los collages cuentan su historia, en particular el asesinato del padre y el enigma del esfinge. El más famoso de entre ellos está dedicado a la herida en los pies que le habían infligido sus padres, pasa asegurarse de que no volviese, tras abandonarlo. Recogido y adoptado por Pólibo, el rey de Corinto, el joven niño recibe el nombre de Edipus que significa "pie hinchado" en griego antiguo.
En Ernst, la escena de la herida, fruto de una transposición surrealista, representa al hombre-pájaro clavando un puñal en el pie de una mujer desnuda.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. L'île de Pâques 2
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. L'île de Pâques 2, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Última libreta
Jueves
Elemento: El negro
Primer ejemplo: La risa del gallo
"De entre ellos, aquellos que son alegres, giran a veces su trasero hacia el cielo y echan sus excrementos a la cara de los demás hombres; luego se golpean levemente el vientre." Marcel Schwob (L'Anarchie [La Anarquía]).
"La risa está probablemente destinada a desaparecer". Marcel Schwob (Le rire[La risa]).
Le rire [La risa]
"Las piedras están llenas de entrañas. ¡Bravo! ¡Bravo!" Arp
Una vez más, Max Ernst utiliza emblemas para representar las diferentes formas de poder.
En la primera serie, el gallo galo simboliza al Estado Francés. En la segunda, las cabezas de los personajes crueles, que hemos podido ver hasta ahora, se transforman en ídolos de piedra de la isla de Pascua.

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. Deuxième poème visible 1
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. Deuxième poème visible 1, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Viernes
Elemento: la vista
Ejemplo: El interior de la vista
Tres poemas visibles

"Si tres es superior a 6, hagan un círculo alrededor de la cruz, y si el agua apaga el fuego, tracen una línea del cubo a la vela, pasando por encima del cuchillo, y luego hagan una cruz en la escalera." Prof. O. Decroly y R. Buyse (Les tests mentaux [Los tests mentales]).
A las escenas agitadas de las series anteriores les suceden aquí imágenes principalmente emblemáticas. Para algunas planchas, Ernst vuelve a una manera de proceder que ha utilizado sobre todo al comienzo de su carrera: el "collage sintético". Estas composiciones están hechas de elementos heterogéneos colocados en un folio blanco. Para vincularlos entre ellos, el artista completa los espacios intermedios con tinta o al lápiz, creando en regla general una escena que evoca un amplio paisaje.
Primer poema visible
"Y opongo al amor
Imágenes totalmente hechas
En lugar de imágenes por hacer."
Paul Eluard (Comme deux gouttes d'eau [Como dos gotas de agua])
Segundo poema visible
"Un hombre y una mujer absolutamente blancos." André Breton." André Breton (le revolver aux cheveux blancs [El revólver de pelo blanco])

Max Ernst-Collage tiré de Une semaine de bonté. La clé des chants 1
Max Ernst
Collage tiré de Une semaine de bonté. La clé des chants 1, 1933
© Isidore Ducasse Fine Arts
© ADAGP, Paris © Photo Peter Ertl.

Sábado
El elemento: Desconocido
Ejemplo: La clé des chants (la clave de los cantos)
"............
............
............
............"
Pétrus Borel (Was-ist-das)
En esta última parte, mujeres en trance salen de sus camas y de sus dormitorios para echarse a volar. Cualquier gravedad, característica de la realidad, está abolida. Mediante estas figuras arqueadas, Max Ernst ilustra la fascinación surrealista por la histeria, enfermedad liberadora e inspiradora: "Gloria [...] a la histeria y a su séquito de mujeres jóvenes y desnudas, deslizándose por los tejados. El problema de la mujer es, en el mundo, lo que tiene de más maravilloso y turbio" (André Breton, Manifestes du surréalisme [Manifiestos del surrealismo], Paris, Jean-Jacques Pauvert, 1962).
Hasta el año pasado, los collages originales de Una semana de bondad, que Max Ernst conservó durante toda su vida, solo fueron mostrados una vez integralmente (excepto cinco planchas, sin duda juzgadas demasiado blasfematorias). Fue en marzo de 1936 en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid, justo antes de que estallara la guerra civil española. Esta exposición es pues una formidable ocasión de devolver a la luz uno de los secretos mejor guardados y una de las obras de mayor relevancia del arte surrealista del siglo XX, en la que se expresa toda la voluntad de Max Ernst de transgredir las categorías constituidas y de abolir las fronteras entre los géneros.