Peter Doig
Reflejos del siglo

Two Trees, 2017
The Metropolitan Museum of Art, New York
© Peter Doig. All Rights Reserved, DACS/ ADAGP, Paris 2023 / Mark Woods
Peter Doig. Reflejos del siglo
Como figura destacada del renacimiento de la pintura figurativa, Peter Doig (nacido en Edimburgo en 1959) le ha legado al siglo XXI algunos de sus nuevos iconos. Sus figuras solitarias, paisajes etéreos y escenas nocturnas envueltas en una luz irreal reflejan cuestiones de la modernidad en suspenso desde hace un siglo, al tiempo que sugieren un nuevo lenguaje visual adaptado a la singularidad de la existencia contemporánea.
Para esta exposición, el Museo de Orsay y Peter Doig han reunido, en una de las emblemáticas salas abovedadas del museo, una selección de grandes lienzos realizados a lo largo de los últimos veinte años que el artista pasó en la isla caribeña de Trinidad. Cada uno de estos lienzos recurre a las tradiciones de la pintura para inventar nuevas composiciones tan extrañas como aparentemente inverosímiles.
En un espacio adyacente, Peter Doig aceptó la invitación del museo de diseñar una exposición basada en todas las obras de la colección, para ofrecer una visión concentrada de ésta. Desafiando las normas de lectura cronológicas y categorizaciones habituales, esta selección, que solo un artista de su talla podría haber imaginado, transforma la forma en que el espectador contempla las colecciones, volviendo a la esencia misma de nuestra relación emocional con las obras.
Introducción
Un aspecto fundamental de la práctica artística de Peter Doig es la forma en que contempla la historia de la pintura y las íntimas relaciones que ha forjado con los maestros que le precedieron: los pintores románticos, los postimpresionistas y los defensores de la tradición colorista.
Al igual que sus predecesores de los siglos XIX y principios del XX, Peter Doig se inspira en la vida cotidiana. Sus temas proceden de su entorno inmediato: la vista desde la ventana de su estudio, un transeúnte, escenas contempladas durante sus trayectos diarios a Puerto España (Trinidad y Tobago), su mujer o sus hijos. Peter Doig reconstruye estos lugares y momentos utilizando su memoria e instantáneas tomadas in situ con su teléfono móvil. A través de este enfoque personal, el artista cuestiona la forma en que sus encuentros se prolongan en sí mismo. A través de esta búsqueda melancólica, se pregunta cómo el paso del tiempo transforma un acontecimiento, una situación o un momento, en un tema.
Salas 57 y 60
En las salas 57 y 60, el pintor Peter Doig, invitado por el Museo de Orsay, presenta su visión de las colecciones. El artista realizó su selección con gran humildad y método, ya que su pasión por la historia de la pintura y el patrimonio del modernismo es fundamental en su práctica artística.
A Peter Doig le interesa el modo en que los acontecimientos de la vida real imponen su impronta en el tiempo y van más allá de su estado material. Al hacerlo, perpetúa una tradición desarrollada en el siglo XIX, en la que los artistas abandonaron el principio de la representación fiel para optar por una interpretación sensible de la realidad.
Mientras realizaba esta selección, para Peter Doig la naturaleza se reveló rápidamente como un punto central, dado que siempre había sido un tema emblemático para los artistas. El artista ha dispuesto aquí obras en las que discierne una tensión entre lo ordinario y lo desconocido del mundo. Peter Doig considera que esta tensión alimenta algunos de los instintos primarios de la humanidad, como el miedo, el amor y la violencia. Cada uno de ellos empuja al hombre a dejar su impronta en el mundo, una reacción a menudo amarga ante el recordatorio de una naturaleza que va más allá de nosotros. La humanidad responde a su manera para forzar a la naturaleza a tener en cuenta su presencia. Para Peter Doig, esta dura realidad resulta a la vez dolorosa y hermosa.