Gustave Caillebotte «Girasoles en el jardín de Petit Gennevilliers»

Gustave Caillebotte
Les Soleils, jardin du Petit Gennevilliers, vers 1885
Musée d'Orsay
Dation, 2022
© Musée d’Orsay, dist. RMN-Grand Palais / Sophie Crépy
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Este cuadro de Caillebotte se suma a las colecciones del museo de Orsay por donación (modalidad de pago excepcional que permite pagar un impuesto mediante la entrega de obras de arte o documentos de gran valor artístico o histórico).

Por su tamaño, esta vista del jardín de Caillebotte es una de las más ambiciosas pintadas por el artista. La obra contribuyó a la redefinición del género del paisaje por parte de los impresionistas. 

El jardín era uno de los temas favoritos de Caillebotte, que primero tomó como tema el parque de la propiedad de su familia en Yerres, y después, como aquí, su jardín de Petit Gennevilliers, situado a unos diez kilómetros al norte de París. El artista se convirtió en un auténtico «pintor-jardinero» como su amigo Monet en Giverny, y ambos se entusiasmaron con los «soles», grandes girasoles que en aquella época solo se cultivaban como plantas ornamentales.  

cuadro, Gustave Caillebotte, Los girasoles, jardín de Petit Gennevilliers, alrededor de 1885
Gustave Caillebotte
Les Soleils, jardin du Petit Gennevilliers, vers 1885
Musée d'Orsay
Dation, 2022
© Musée d’Orsay, dist. RMN-Grand Palais / Sophie Crépy
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En esta composición tan estructurada, el florecimiento de la vegetación se limita a la parte inferior del cuadro y contrasta con la sólida geometría de la arquitectura. La elección de un formato vertical, y el aplastamiento de los planos provocado por la yuxtaposición de lo cercano y lo lejano, se inspiran quizás en las estampas japonesas y la fotografía. 
Al cortar bruscamente las flores y las casas por los bordes, el pintor también deja claro que se trata solo de un fragmento de una realidad que continúa más allá del marco. Caillebotte parece suscribir la fórmula de Émile Zola: «La obra de arte es un pedazo de naturaleza contemplado a través de un temperamento».