Autoportrait

Félix Vallotton
Autoportrait
1897
huile sur carton
H. 58,9 ; L. 47,9 cm.
Achat avec les fonds d'une donation anonyme canadienne, 2007
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Félix Vallotton (1865 - 1925)
Artwork not currently exhibited in the museum

De los ocho autorretratos que conocemos de Vallotton, este es seguramente el más optimista y más apaciguado. La obra está fechada en 1897, el artista tenía entonces treinta y dos años de edad y la vida empezaba a sonreírle. Su trabajo obtuvo entonces un cierto éxito y habían conocido a Gabrielle (1863-1932), su futura esposa que no es nada más y nada menos que la hija del gran marchante de cuadros Alexandre Bernheim. Esta joven viuda, encantadora, llena de vida y culta, rodea a et Vallotton de afecto y le abre las puertas de la élite artística y literaria de la época.
Tal vez sea este el motivo por el que ha trocado su habitual rígido cuello falso por un jersey marinero más cómodo, y que, lejos del joven sombrío y tímido del retrato de 1885 (Lausana, museo cantonal de Bellas Artes), se presenta de ahora en adelante como un artista confiado y lleno de determinación.
Los autorretratos de Vallotton se caracterizan por un realismo agudo, una fina precisión gráfica y una gran sobriedad en la composición. Como en cada ocasión, son sus ojos, su mirada escrutadora, que expresan la profundidad psicológica del ejercicio. El artista se pinta con una gran objetividad.

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