Colonne Trajane à Rome, bas-relief de la face principale du piédestal
En Roma, la sorprendente Columna Trajana, erigida en 113 por el Emperador Trajano (53-117) para conmemorar sus victorias contra los Dacios, atrae particularmente a los arquitectos. Charles Percier presenta aquí un proyecto de restauración, en 1789, Henri Labrouste – entonces residente de la Villa Médicis - un estudio para su envío de segundo año, en 1826, André Marie Chatillon un estudio, en 1913... Además, desempeña un papel importante en la identidad francesa, ya que sirvió de modelo para la Columna Vendôme (1805-1810), erigida por Napoleón I° a la gloria de los ejércitos victoriosos.
Viollet-le-Duc escasas veces se muestra elogioso; con respecto al arte romano, que considera como un derivado impuro del arte griego. Sin embargo, algunas realizaciones forman parte de una excepción, en particular la Columna Trajana. Precisamente porque rompe con la herencia griega, ésta le parece proceder directamente del carácter romano. En su obra Entretiens sur l'architecture (1863-1872), podemos leer que este monumental gesto conmemorativo muestra, en su parecer, "la huella del genio político y administrativo de los Romanos", así como "ideas de orden, de método, el sentimiento del pueblo dominador rozando lo sublime".
Este estudio muy preciso da fe de la admiración que Viollet-le-Duc tiene, desde su juventud, por el edificio. Se trata aquí de la cara principal del pedestal. La inscripción enmarcada por dos personajes alados, explica que la altura de la columna (30 m) corresponde al nivel original del suelo, entre las colinas del Quirinal y del Capitolio, antes que esta zona fuera excavada para la construcción del Foro.