Composition d'antiques : intérieur d'un tombeau étrusque
A lo largo de la primera mitad del siglo XIX, el reciente descubrimiento de algunas de las más bellas tumbas etruscas pintadas, llama la atención de los jóvenes internos de la Academia de Francia, en Roma. Félix Duban, forma parte de ellos. Vencedor del Gran Premio de arquitectura de la Escuela de Bellas Artes, en 1823, reside cinco años en la Villa Médicis. El joven arquitecto conoce allí a sus colegas, Léon Vaudoyer, Joseph-Louis Duc, los dos hermanos Labrouste, Henri y Théodore. Si a Henri Labrouste se le apoda "El Etrusco", a Duban se le conoce por el nombre de "El Pompeyano".
Esta Fantasía es una libre interpretación de la tumba de las Bigas. No se sabe con certeza si Duban pudo visitarla durante su estancia en Toscana, en 1827, ya que permaneció cerrada hasta 1829. Tal vez haya recuperado los dibujos de Henri Labrouste y se inspiró en ellos aquí para crear una composición de imaginación.
Recuperó el friso que decora los muros de la tumba. Vemos bailarines y bailarinas, atletas y uno de esos caballos azules que tanto irritaban a Viollet-le-Duc, quien había exclamado un día, durante una conversación con el arquitecto Prosper Morey (1805-1886): "¿Y tú estás a favor de la arquitectura etrusca? ¡Caballos azules sobre fondo rojo!".
Duban acumula los dibujos de objetos más o menos etruscos, vistos en los museos: jarrones, altares, urna decorada con relieves, sarcófago, columna procedente de otra tumba. Como siempre en él, el color está animado por accidentes de sombras y de luces. Este dibujo da testimonio de un momento de la historia de la arqueología y de la arquitectura, de este afán por una Etruria misteriosa, acorde con el carácter curioso y romántico de Félix Duban.