Dans un café

Edgar Degas - Dans un café
Edgar Degas
Dans un café
entre 1875 et 1876
huile sur toile
H. 92,0 ; L. 68,5 cm.
Legs comte Isaac de Camondo, 1911
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Edgar Degas - Dans un café
Edgar Degas
Dans un café
entre 1875 et 1876
huile sur toile
H. 92,0 ; L. 68,5 cm.
Legs comte Isaac de Camondo, 1911
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski
Edgar Degas - Dans un café
Edgar Degas
Dans un café
entre 1875 et 1876
huile sur toile
H. 92,0 ; L. 68,5 cm.
Legs comte Isaac de Camondo, 1911
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Adrien Didierjean
Edgar Degas - Dans un café
Edgar Degas - Dans un café
Edgar Degas - Dans un café
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Edgar Degas (1834 - 1917)
Artwork not currently exhibited in the museum

Al contrario de sus amigos, los demás impresionistas, Degas es un pintor obviamente urbano, a quien le gusta pintar en estancias cerradas, espectáculos, escenas de ocio o de placeres.
En un café, lugar de encuentro de moda, una mujer y un hombre, pese a estar sentados al lado, están cada uno encerrado en su silencioso aislamiento, la mirada vacía y triste, los rasgos descompuestos, como desanimados. La obra se puede ver como una denuncia de los daños de la absenta, este violento y nocivo alcohol que más tarde se prohibirá. Se compara a veces con la novela de Zola, L'Assommoir, escrito varios años más tarde. El escritor confesó al pintor: "Simplemente he descrito, en más de un sitio en mis páginas, algunos de sus cuadros".
La dimensión realista es flagrante: el café está identificado, se trata de "La Nouvelle Athènes", plaza Pigalle, lugar de reunión de los artistas modernos, foco intelectual de la bohemia. El enfoque da la sensación de un instantáneo echado al natural por un testigo sentado en una mesa próxima. Pero esta impresión es engañadora, ya que el efecto de real es el resultado de una cuidadosa elaboración. El cuadro fue pintado en taller, y no en el mismo lugar.
Degas utilizó sus relaciones para que protagonizaran los personajes de los que realiza los retratos: Ellen André es una actriz, y también modelo para artistas; Marcellin Desboutin es pintor grabador. Como el cuadro manchaba su reputación, Degas tuvo que precisar públicamente que no eran alcohólicos.
El enfoque descentrado, dejando vacíos y seccionando la pipa y la mano del hombre, fue inspirado por las estampas japonesas. Pero aquí, Degas lo utiliza para producir un determinado desequilibrio etílico. También resulta expresiva y significativa, la presencia de la sombra de ambos personajes, en la silueta reflejada por el amplio espejo en su espalda.