Effet de vent, série des peupliers

Claude Monet
Effet de vent, série des peupliers
1891
huile sur toile
H. 100,0 ; L. 74,0 cm.
Dation, 2002
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet
Effet de vent, série des peupliers
1891
huile sur toile
H. 100,0 ; L. 74,0 cm.
Dation, 2002
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet
Effet de vent, série des peupliers
1891
huile sur toile
H. 100,0 ; L. 74,0 cm.
Dation, 2002
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski
Claude Monet
Effet de vent, série des peupliers
1891
huile sur toile
H. 100,0 ; L. 74,0 cm.
Dation, 2002
© RMN-Grand Palais (musée d’Orsay) / Adrien Didierjean
Claude Monet - Effet de vent, série des peupliers
Claude Monet - Effet de vent, série des peupliers
Claude Monet - Effet de vent, série des peupliers
Claude Monet - Effet de vent, série des peupliers
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Claude Monet (1840 - 1926)
Artwork not currently exhibited in the museum

Esta pintura, adquirida por Paul Durand-Ruel en 1893, permaneció durante mucho tiempo en poder de la familia del célebre marchante y amigo de los impresionistas. Ahora forma parte de las colecciones públicas gracias a una dación y permite así tener representada la serie de los Álamos, emprendida inmediatamente después de los Almiares y antes de las Catedrales, durante la primavera, verano y otoño de 1891.
Esta serie comprende más de veinte pinturas según los árboles plantados al borde del pantano de Limetz, en la ribera izquierda del Epte, a unos dos kilómetros antes de llegar a Giverny. La instantaneidad que caracteriza estas pinturas está destinada a traducir la fuerza y la brevedad de la impresión experimentada ante la naturaleza, las variaciones de la luz, del clima y de las estaciones acaparan la atención del pintor.
En el presente cuadro, de composición particularmente lograda con el juego de curvas seguidas por los árboles, Monet ha situado tres árboles en el primer plano acentuando la diagonal del segundo. Con frecuencia, las telas que constituyen esta serie han sido pintadas desde un barco o en las inmediaciones de la ribera, de ahí que el paisaje parece ser contemplado desde abajo. El follaje del cuadro está agitado por el viento, y el movimiento que anima el motivo se añade al carácter decorativo de esta composición. La verticalidad de los árboles es realzada por el formato elegido, muy alargado.