Faune

/
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / RMN
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Thierry Ollivier
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Thierry Ollivier
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Thierry Ollivier
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Thierry Ollivier
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Thierry Ollivier
Jean Carriès
Faune
1893
tête en bronze
H. 35,3 ; L. 34 ; P. 23,8 cm; pds. 13,43 kg.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Thierry Ollivier
Jean Carriès (1855 - 1894)
Artwork not currently exhibited in the museum

Nacido en Lyon en 1855 de una familia modesta, falleció en París en 1894. Jean-Joseph Carriès fue un escultor singular y muy admirado, a fines del siglo XIX. Se señaló en el Salón de 1881 por sus bustos de "Desheredados", mezclando naturalismo y simbolismo, amenizados por sutiles patinas.
De una grande exigencia, respecto a la calidad de sus bronces, Carriès conoció en octubre 1883 al fundidor Pierre Bingen (1842-1900), que se había especializado en la fundición a la cera perdida y cuya excelencia de los revelados le otorgaba una creciente reputación. La fundición a la cera perdida, cubierta del prestigio del Renacimiento, transcribe de modo fiel el modelo de yeso. Gracias a dicha determinante colaboración entre ambos hombres, que todos los testimonios concuerdan en describir como una verdadera complicidad en "la frenesí de hacerlo bien", el escultor pudo concebir él mismo las patinas de los bronces.
El Fauno, que Carriès también ejecutó en gres de diferentes colores y en escayola patinada, constituye una de las obras más evocadoras de esta vena introspectiva en la que la hibridación del hombre y del animal, toman una inflexión onírica y melancólica.

Novedades de la colección