Harmonie
Para Eugène Grasset, se debía privilegiar el efecto decorativo y la composición del tema debía subordinarse a dicho efecto. Es lo que demuestra esta rara obra, testimonio de la fructífera colaboración entre Grasset y el maestro vidriero Félix Gaudin.
La técnica utilizada aquí es la de la lava esmaltada. Conocido desde los años 1820, este proceso disfrutó a finales del siglo XIX de un nuevo interés, en particular en el ámbito de la decoración arquitectónica.
El panel Armonía es único en su estilo. El cartón está fechado de 1893 y figuró en la exposición Grasset, organizada en 1894, por la revista La Plume. En cuanto al propio panel, fue presentado en el Salón de la Sociedad nacional de Bellas Artes de 1895 y recibió la aprobación de la crítica.
La identificación del tema sigue siendo problemática. Tal vez tengamos que ver en este séquito de músicas que encantan a los animales salvajes, una alusión al mito de Orfeo y a las virtudes civilizadoras de la música.
La composición, sin embargo, es totalmente representativa de las elecciones de Grasset. Este grupo de mujeres jóvenes que se desplazan en un marco vegetal rebosante está muy acertadamente ordenado, bajo una doble influencia estética. El japonismo en primer lugar, que se expresa por la utilización de impastos y de siluetados apoyados, así como el rechazo de cualquier perspectiva; el neobotticellismo luego, que transparece en el tipo femenino y el ritmo ondulante que conecta las figuras entre ellas. Reencontramos por otro lado el mismo tipo femenino en numerosos proyectos de carteles, de estampas y de ilustraciones de Grasset, también conservados en el museo de Orsay.
