La Pie

Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski
Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Adrien Didierjean
Claude Monet
La Pie
entre 1868 et 1869
huile sur toile
H. 89,0 ; L. 130,0 cm.
Achat, 1984
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Claude Monet - La Pie
Claude Monet - La Pie
Claude Monet - La Pie
Claude Monet - La Pie
Claude Monet - La Pie
Claude Monet - La Pie
Claude Monet - La Pie
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Claude Monet (1840 - 1926)
Rez-de-chaussée, Salle 18

A fines de los años 1860, Monet empieza a extender a todos los estados transitorios, véase fugitivos, de la naturaleza, la necesidad de captar la sensación, de expresar "el efecto". Arrastrando con el a Pissarro, Renoir y Sisley, Monet reanuda con el reto del paisaje bajo la nieve, que Courbet había revisitado de reciente fecha, con amplitud y éxito. Calmando el lirismo de este último, Monet prefiere al mundo del bosque y de la caza la frágil nota de una urraca colocada encima de un portal, como sobre un pentagrama musical.
Sol y sombra construyen el cuadro y traducen la intangible materia, media sólida media líquida. El paisaje impresionista había nacido, cinco años antes de la primera exposición oficial y el bautismo del movimiento.
La representación de este rincón de campo de la región de Etretat, realizada a partir del motivo, nos da a ver tonos claros y luminosos, muy inusuales, lo que subraya el crítico Félix Fénéon: "[El público] acostumbrado a las salsas alquitranadas que cuecen los chefs de las escuelas y de las academias, la pintura clara lo dejaba pasmado".
La novedad y el atrevimiento de la opción de Monet, más preocupado por la percepción que por la descripción, explica el rechazo del cuadro por el jurado del Salón de 1869.