Le seul oiseau qui vole au-dessus des nuages
En 1909, Devambez fue el encargado de realizar doce paneles decorativos destinados a la mansión de la embajada de Francia, en Viena. Eligió por temas diferentes innovaciones recientes, como el dirigible, la carrera automóvil, el metro, el teléfono y la aviación. Para este último tema, que trata por primera vez, Devambez acude al campo de aviación de Mourmelon, en la Marne, con el fin de documentarse. Incluso antes de empezar los paneles destinados a Viena, publica en L'Illustration un dibujo titulado Impresión de Mourmelon.
Pocas semanas más tarde, siempre en L'Illustration, se reproduce El único pájaro que vuela por encima de las nubes a doble página en color. En este mismo número, un artículo evoca el cuadro de manera poética. El autor anónimo escribe de Devambez que incluso habiéndose subido él mismo en uno de estos aparatos, "no hubiese podido captar con más impresionante precisión el espectáculo que se presentara entonces a su mirada: el gran pájaro de cromo inundado de luz y proyectando en el aborregado de los cúmulos, una pálida sombra, apenas más densa que aquella que corre por la superficie de un agua tranquila, delante de la libélula".
Después de 1910, Devambez sigue representando aviones en vuelo, por encima de los campos y las ciudades. Más todavía dado que la administración de Bellas Artes fomenta esta expresión plástica con resonancias clásicas, que traduce la evolución del mundo contemporáneo y sus tecnologías. En 1934, el interés del artista por la aviación le hizo ser nombrado pintor oficial del recién estrenado ministerio del Aire.