Les Voleurs et l'âne
Para el tema de este cuadro, Daumier recurre a la fábula epónima de Jean de La Fontaine: mientras que los dos ladrones se pelean un asno, un tercero viene y se los quita.
El pintor insiste en la violenta lucha, salvaje, en el rostro aturdido y en la mueca del ladrón en tierra. La primera fuente es además una pelea callejera reproducida por Daumier en una litografía publicada en el Charivari del 23 de agosto de 1845.
La luz viene aquí a subrayar la convulsión, las formas entremezcladas. El ritmo fogoso y de colores apagados de la composición manifiesta la potencia barroca de Daumier. En el segundo plano, ahogada en la sombra, la huida del tercer ladrón montado en el asno, se sugiere rápidamente.
El museo de Orsay también posee un dibujo preparatorio de esta pintura. Más todavía que la obra final, éste pone muy bien en evidencia el dibujo vigoroso, el modelado por masas y revela las cualidades de escultor de Daumier, así definido por Delacroix: "una mezcla de Miguel Ángel y de Goya". Este mismo tema está tratado más tarde en litografía por Gustave Doré, en pintura por Cézanne, pero sin la dinámica y el ardor tan esenciales de Daumier.
