Paul Leclercq (1872-1956)

/
Henri de Toulouse-Lautrec
Paul Leclercq (1872-1956)
1897
huile sur carton
H. 54,0 ; L. 67,0 cm.
Don Paul Leclercq, modèle, 1920
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Henri de Toulouse-Lautrec
Paul Leclercq (1872-1956)
1897
huile sur carton
H. 54,0 ; L. 67,0 cm.
Don Paul Leclercq, modèle, 1920
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Henri de Toulouse-Lautrec
Paul Leclercq (1872-1956)
1897
huile sur carton
H. 54,0 ; L. 67,0 cm.
Don Paul Leclercq, modèle, 1920
© RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski
Henri de Toulouse-Lautrec (1864 - 1901)

En 1897, Lautrec decide realizar el retrato de Paul Leclerc (1872-1956), joven escritor y uno de los fundadores de la Revue blanche. Durante un mes, Leclerc acude al taller del pintor, avenida Frochot en París. Él mismo ha contado cómo se desarrollaban estos encuentros: "En cuanto llegaba, me pedía que posara en una butaca ancha de mimbre. [...] Entonces me miraba a través de sus quevedos, parpadeaba, cogía su pincel, y tras haber observado bien lo que quería hacer, daba unas cuantas pinceladas ligeras de pintura muy diluida por el lienzo. Después dejaba su pincel y declaraba perentorio: "¡Basta de trabajar! ¡El día está demasiado bueno!". Y entonces nos íbamos a pasear por el barrio".
Cabe destacar que, al contrario que Cézanne, que impone una inmovilidad prolongada a sus modelos, Lautrec prefiere ver vivir al que pinta. De modo que realiza un retrato muy elocuente de Leclerc.
El escritor parece muy a gusto en este decorado de taller. Pero su mirada interrogativa señala que se preocupa por el efecto que pretende producir sobre el artista. También percibimos todo el interés que dedica a la manera de trabajar de Lautrec. La indudable presencia del modelo en este retrato excepcional demuestra todo el éxito del diálogo entre ambos.

Niveau supérieur, Galerie Françoise Cachin
Novedades de la colección