Pont de Charing Cross

André Derain
Pont de Charing Cross
vers 1906
huile sur toile
H. 81,0 ; L. 100,6 cm.
Donation Max et Rosy Kaganovitch, 1973
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
André Derain (1880 - 1954)
En el Salón de otoño de 1905, los cuadros de Derain son presentados en la misma sala que los de Matisse, Vlaminck y Van Dongen. Un crítico al ver una escultura de Albert Marque en medio de lienzos de colorido tan vivo se exclama: "Mais c'est Donatello parmi les fauves !" (¡Pero si es Donatello entre las fieras!). La fórmula se difunde y da lugar al término de "fauvisme" (fauvismo o fovismo). No se trata de un movimiento estructurado, sino más bien de una convergencia de puntos de vista entre jóvenes pintores para quienes el color puro debe ser expresivo, una traducción apasionada de la realidad más que búsqueda ilusionista.
Unos meses después, a iniciativa del marchante Ambroise Vollard, Derain pasa dos estancias en Londres en donde pinta unos treinta lienzos. El puente de Charing Cross constituye una de las composiciones más logradas del fauvismo. La calzada y los edificios están pintados con colores lisos mientras que el movimiento del cielo y del agua es tratado por pequeñas pinceladas fragmentadas, cercanas al estilo neoimpresionista. El artista deforma los coches, cuya silueta sigue la curva del muelle Victoria y da así una sensación de velocidad.
El fauvismo, cuya existencia fue breve, lleva a cabo la transición hacia los grandes movimientos pictóricos del siglo xx que se alejarán cada vez más de la pintura figurativa. Según Derain: "La pintura es una cosa demasiado bella como para rebajarse a visiones comparables a las de un perro o de un caballo. Es absolutamente necesario salir del círculo en el que nos hemos encerrado los realistas".
Niveau médian, Salle 67
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