Variations en violet et vert
Esteta refinado, Whistler es uno de los intérpretes más sensibles de la boga por las artes de Extremo Oriente, que se desarrolla por Europa, a partir de los años 1860. Variaciones en lila y verde aparece de este modo como una cumbre del japonismo whistleriano. El pintor transpone literalmente los muelles de la Tamisa, tema original de la composición, en el universo plástico de las estampas japonesas, dedicando totalmente su cuadro al poder de la evocación, en lugar de la descripción.
Las señas de las nuevas referencias visuales de Whistler abundan, desde el formato vertical que combina acertadamente el atrevimiento del vacío sugerido por el lechoso río, hasta el tratamiento fluido usando tonos sutilmente degradados. La firma, trazada como la polilla de una mariposa, inscrita en un cartucho, y el marco, diseñado por el artista, dan el último toque de la exigencia decorativa y de la profunda originalidad del proyecto estético del artista.
Medimos con este ejemplo, cuanto la pintura de paisajes reideada por Whistler a semejanza del Japón, contó en la génesis del impresionismo y su exaltación del efecto atmosférico.
