Torchère au tambourin

Albert-Ernest Carrier-Belleuse
Torchère au tambourin
1873
modèle en plâtre pour l'Opéra de Paris
H. 260,0 ; L. 140,0 ; P. 120,0 cm.
Don Mme Albert Carrier Belleuse, 1891 ; Dépôt du musée des Arts décoratifs, 1979
© droits réservés
Albert-Ernest Carrier-Belleuse (1824 - 1887)
Niveau médian, Terrasse Seine

En el siglo XIX, escasos son los escultores que, como Carrier-Belleuse, han dedicado una inmensa parte de su carrera a lo que entonces se llamaba la "escultura decorativa". Carrier dirigió manufacturas de cerámica en Inglaterra y en Sèvres. Dio trabajo al joven Rodin en sus obras, y contribuyó a la decoración de muchos edificios importantes. El arquitecto Garnier fue a el quien se dirigió para las entorchas de la nueva Ópera, de la que vemos aquí los modelos en yeso. Fueron realizadas por el orfebre Christofle en 1873 en galvanoplastía, técnica electro química que permite depositar en un molde una fina capa de metal. Ambas entorchas de bronce que flanquean la escalera de honor, siguen todavía en su lugar en la ópera Garnier.
Sin perder de vista el carácter monumental que debían conservar los grupos decorativos en el volumen del hall principal del edificio, el artista anima la estructura vertical, para combinar dos cuerpos femeninos, con una facilidad que no es de sorprender, en esta "máquina de esculpir", como decían de el los críticos. Sus entorchas son piezas maestras del dispositivo que se apodera del espectador en la gran escalera. El escalonamiento de las figuras, la distribución de los luminarios, que debemos imaginar llevados por los personajes, la torsión de los cuerpos y la multiplicidad de las direcciones de los rostros, son tantas invenciones que renuevan la cuestión del alumbrado y transforman estos grupos giratorios en eje de la arquitectura.

Novedades de la colección