L'évasion de Rochefort

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Edouard Manet
L'évasion de Rochefort
vers 1881
huile sur toile
H. 79,0 ; L. 72,0 cm.
Dation, 1984
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
Edouard Manet
L'évasion de Rochefort
vers 1881
huile sur toile
H. 79,0 ; L. 72,0 cm.
Dation, 1984
© RMN-Grand Palais (musée d’Orsay) / Franck Raux
Edouard Manet (1832 - 1883)
Artwork not currently exhibited in the museum

Este cuadro es la versión más pequeña de ambas versiones de La Evasión de Rochefort pintadas por Manet, a partir de diciembre de 1880. La otra versión se conserva en el Kunsthaus de Zúrich.
Totalmente rebelde contra el régimen imperial, Rochefort había fundado en 1868 un diario panfletario, La Lanterne. Dicho diario fue muy pronto prohibido y editado en Bruselas. En 1873, el periodista fue condenado al presidio, debido a su protagonismo durante la Comuna. Su espectacular y rocambolesca evasión por mar, en 1874, inspira a Manet seis años después del acontecimiento, esta extraña composición. El artista esperó el triunfo de los Republicanos al Senado y en la Cámara, en enero de 1879, así mismo que el voto de una ley de amnistía de los comuneros, en julio de 1880 que autorizaba el regreso a Francia del evadido, para emprender este tema. Destinó su cuadro al Salón de 1881.
En conmemoración de un acontecimiento todavía presente en todas las memorias, Manet revoluciona el género de la pintura de historia, tradicionalmente limitado a representaciones de la antigüedad y de la mitología. El héroe, a penas reconocible, con su cabello rubio "como la llama del ponche ", se encuentra aquí detrás de una minúscula barca, navegando en medio de las olas. A su lado se encuentran sus cómplices, Grousset y Jourde. La impresión de soledad y de peligro se vuelve palpable por la talla del esquife. Un mar eléctrico y fosforescente, tratado mediante salpicaduras, invade todo el lienzo. "Sube [el mar] hasta arriba del marco" donde aparece el buque que recogerá a los fugitivos.
Manet ha elegido la imprecisión, para representar un acontecimiento anterior de seis años, al que no asistió. Pero bosqueja un espléndido fragmento de infinito marino, para evocar el peligro y el drama. Este paradójico lienzo traduce también sus desilusiones frente a Rochefort, que engañó sus esperanzas republicanas.
Reseña Manet

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